¿Qué hace un Gestor Administrativo? Funciones principales

Un gestor administrativo es aquel profesional colegiado que se encarga de realizar los trámites habituales que puedan necesitar los ciudadanos en su día a día antes las Administraciones Públicas. Se trata de profesionales que están facultados para gestionar todo tipo de trámites, excepto en el ámbito jurídico, ante las administraciones.

A continuación, te hablaremos de cuáles son las funciones de un gestor administrativo.

¿Qué hace en su día a día?

Los gestores administrativos realizan múltiples funciones diariamente como intermediarios entre el ciudadano y las diferentes Administraciones Públicas, como facilitar y agilizar los trámites en la solicitud de licencias y permisos. Además, tienen un papel clave en la gestión de la burocracia para autónomos y pymes.

Así, realizan funciones de asesoramiento a ciudadanos o a pymes, en materia administrativa y servicios de defensa en materia tributaria, financiera, laboral o mercantil.

Áreas de actuación

Trámites fiscales y tributarios

Una de las funciones principales de los gestores administrativos es la de gestionar los impuestos. Se encargan de la presentación de declaraciones fiscales como el IVA, IRPF o Impuesto de Sociedades; y de asesorar a personas físicas y jurídicas sobre cómo optimizar sus obligaciones fiscales y cumplir con los plazos establecidos. Además, ayudan a gestionar impuestos especiales, transmisiones patrimoniales y sucesiones.

Trámites de extranjería y nacionalidad

En un mundo cada vez más globalizado, los gestores administrativos ofrecen servicios clave para extranjeros que quieran regularizar su situación en España, lo que incluye: tramitación de permisos de residencia, trabajo, reagrupación familiar y renovaciones. También gestionan trámites con consulados o la obtención de la nacionalidad.

Trámites de tráfico y transporte

Entre sus funciones también se encuentran las de solicitar la matriculación de vehículos, transferencia de titularidad, duplicados de permiso de circulación o renovación del carné de conducir. Se encargan también de gestionar trámites como la baja de vehículos por exportación o tránsito o el canje de permisos internacionales ante la Dirección General de Tráfico (DGT).

Servicios laborales

Para las pequeñas y medianas empresas, los gestores administrativos son un gran apoyo en la gestión de nóminas, contratación y afiliaciones a la Seguridad Social. También ofrecen asesoramiento en cuanto a la tramitación de bonificaciones y subvenciones laborales y los trámites relacionados con pensiones o inspecciones laborales.

Tramitación de escrituras y registros

Otra de las áreas destacadas que abarca un gestor administrativo es la gestión de escrituras notariales y su inscripción en el Registro de la Propiedad o el Registro Mercantil, lo que es de gran utilidad a la hora de constituir una empresa, la compraventa de inmuebles o la inscripción de modificaciones estatuarias.

Asesoría contable y financiera

Ofrecen también servicios de asesoramiento financiero y contable a empresas, ayudando en la elaboración de planes de cuentas, cierres de ejercicio, supervisión de amortizaciones y análisis de viabilidad empresarial, lo que es fundamental para garantizar la salud financiera de cualquier organización.

 

Beneficios de contratar a un Gestor Administrativo

-Ahorro de tiempo y dinero: al gestionar los trámites de forma eficiente, evitarás errores y posibles sanciones.

-Asesoramiento especializado: su gran conocimiento sobre leyes y reglamentos ofrecerá seguridad y tranquilidad ante cualquier trámite.

-Cumplimiento normativo: aseguran que todas las gestiones se realizan conforme a la normativa vigente.

-Acceso a plataformas digitales: los gestores tienen a su disposición plataformas informáticas para realizar sus funciones, agilizando así los trámites burocráticos y facilitando una comunicación más fluida con las administraciones.

 

Para llevar a cabo las funciones que hemos mencionado anteriormente, los gestores administrativos deben tener una serie de aptitudes como: una buena capacidad de comunicación, capacidad de liderazgo, habilidades para la negociación, eficiencia y capacidad de organización, buena gestión del tiempo, capacidad de trabajo en equipo, sentido de la responsabilidad, curiosidad e interés por actualizarse respecto de los nuevos marcos normativos, entre otras.

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